martes, 31 de agosto de 2010

Maduracion de la carambola

Apenas seis días han pasado desde que se apreciaran los primeros síntomas de maduración en nuestra carambola y ya se puede apreciar el maduro casi completo del fruto. Sesenta días aproximados desde que descubriéramos esta carambolas en el árbol.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Las Carambolas

Nuestras carambolas comienzan ya a tener una ligera tonalidad de amarillo, lo que significa que su proceso de maduración a comenzado. El primer fruto tiene unos 11 centímetros de longitud y hace ya dos meses que lo descubrimos en el árbol. Sin embargo hay algunas malas noticias. Hemos probado en nuestra propia experiencia lo delicado que es este árbol para el viento, no podía ser en todo perfecto. El mal tiempo que hubo durante la semana pasaba provoco la caída de aproximadamente la mitad de la fruta además del daño en estos al golpearlas contra las ramas, pero bueno aun así estamos contentos con este ejemplar, único que esta desprotegido del viento. También el fuerte calor con temperaturas cercanas a los 45 grados provoco que se quemasen algunos brotes de las ramas, y las hojas amarillas como puede verse en la foto.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Los daños del mal tiempo

Ha aparecido el mal tiempo. Vientos y un golpe de calor con temperaturas de hasta 45 grados ha hecho sus estragos en nuestros arboles. Hojas amarillas y su posterior caída, y brotes tiernos quemados. El peor parado ha sido el litchi, han sufrido algo la guanabana el canistel y el longan, la carambola ha resistido muy bien y solo detectamos algun brote tierno quemado, pero a la semana de esto ya aparecen nuevos brotes y con fuerza. A quien no le a hecho daño ninguno el tiempo han sido a las tres variedades de parchita ni el anon ni tampoco la atemoya. Los aguacateros han resistido perfectamente y los mangos mas jóvenes han perdido algunas hojas.

domingo, 15 de agosto de 2010

El cultivo de la papaya

La papaya crece muy bien en un clima cálido con abundante lluvia o irrigación. No tolera los vientos fuertes, las inundaciones ni las heladas y se recupera lentamente si ha sufrido daños considerables en sus raíces u hojas. Las temperaturas inferiores a 0°C usualmente provocan daños severos o la muerte.
La propagación vegetativa no es práctica aunque podría ser deseable para preservar buenas selecciones. Tanto los injertos como el enraizado de estacas se realizan fácilmente pero son muy laboriosos para justificar su uso comercial. En contraste, las semillas se producen abundantemente y germinan fácil y uniformemente ( en 10 a 15 días). Bajo condiciones de cultivo adecuadas, los frutos pueden cosecharse en 8-10 meses. Las semillas, obtenidas de frutos maduros, se lavan para eliminar el arilo gelatinoso, se plantan en macetas pequeñas y se ponen a germinar en luz solar directa. Las macetas biodegradables son idóneas para este fin ya que pueden sembrarse directamente en el campo sin necesidad de remover las plantas. Se siembran en cada maceta de dos a tres semillas para compensar tasas de germinación bajas, daños por insectos y eliminación de plantas masculinas. La distancia de siembra depende de la fertilidad del suelo, sistema de irrigación y localización. En patios, las plantas deben estar separadas por unos 3 metros. Las plantitas se transplantan cuando tienen 15 cm. de altura. Comenzarán a florecer después de 5 meses, y sólo una planta bisexual o femenina vigorosa se permite crecer en cada sitio, las otras se eliminan.
Para cultivar las papayas con éxito, el cosechero debe asegurar que se cumplan los siguientes requerimientos:

1. Las semillas preferentemente deben provenir de cruces controlados (plantas hembras x plantas bisexuales o bisexuales autofecundadas) o de plantas bisexuales que hayan tenido una alta tasa de autopolinización en condiciones de campo. El tipo de semilla utilizada es un factor muy importante ya que al determinar el potencial reproductivo restringe o aumenta el valor de otros métodos culturales.

2. El suelo debe tener buen drenaje. Las papayas son muy sensibles aun a pequeños períodos de inundaciones. Si no mueren, pierden su vigor y aunque lo recuperen lo hacen lentamente.

3. El riego debe implementarse durante los períodos de seca porque una fluctuación en el suministro de agua puede retrasar crecimiento, provocar el aborto de las flores y la caída de los frutos jóvenes.

4. Las papayas son plantas de rápido crecimiento que requieren un suministro abundante de nutrientes para tener gran productividad. La fertilización suplementaria es particularmente importante en los suelos infértiles. El nitrógeno y el fósforo son especialmente importantes. Se debe aplicar 120 g. de un fertilizante 10-10-10-5 (con 30% del nitrógeno proveniente de fuentes orgánicas) a las plantas jóvenes al momento de la siembra o un poco después. Esta cantidad de fertilizante se aplica cada 2 semanas y debe incrementarse gradualmente a 750 g. hasta que las plantas tengan de 7 a 8 meses de edad. A partir de este momento, aplicaciones mensuales serán suficientes, a menos que lluvias muy fuertes ocurran. Bajos estas condiciones se debe reaplicar el fertilizante.


martes, 10 de agosto de 2010

El Canistel continua creciendo

Una de las variedades que parece adaptarse perfectamente al clima y condiciones del sur de la is isla es el Canistel. Como vimos en la anterior noticia,
http://fincaniguaria.blogspot.com/2010/07/el-canistel.html, aquellos pequeños brotes se han convertido en una frondosas ramas que han aumentado considerablemente la altura de este ejemplar.

jueves, 5 de agosto de 2010

El Mamey, Pouteria sapota

Son originarios de Majico y las tirras bajas de centroamerica, se han cultivado en Centroamérica, México, el norte de Suramérica, y las Antillas durante siglos. La primera introducción en el sur de Florida, de la cual se poseen registros, fué a mediados de la década de 1880.
El mamey es un árbol atractivo de copa abierta con un tronco central grueso y unas cuantas ramas grandes. Los árboles son grandes, erectos o con ramificaciones, y pueden alcanzar una altura de alrededor de 12.2 m, pero pueden sobrepasar los 18.3 m en regiones tropicales.
Las hojas son largas, alcanzando una longitud de hasta 30 cm y 10 cm de ancho. Su forma es abovada u oblolanceolada. El envés, de color verde claro o carmelitoso, es pubescente (con pelitos) cuando la hoja es joven pero glabro (sin pelos) cuando la hoja madura. Las hojas están agrupadas al final de ramas pequeñas. Dependiendo de la variedad y de la cantidad de frutos producidos recientemente, las mayoría de las hojas se caen al final del invierno o en la primavera, pero nuevas hojas se desarrollan rápidamente.
Las flores, pequeñas, perfectas y de color blancuzco, son sésiles, esto es no tienen pedicelo o pedúnculo. Se producen abundantemente a lo largo de ramas pequeñas 1.3 a 5.1 cm, y tienden a agruparse hacia el final de las ramas.
El fruto es una baya, con forma ovoidea o elipsoidea, que posee un cáliz persistente en su base. Su tamaño varía 7.6 a 20.3 cm de longitud en la mayoría de las variedades. La cascara es gruesa y leñosa y de un color carmelitozo-rojizo. La pulpa de los frutos maduros puede ser de color salmón, naranja, roja o roja-carmelitosa y tiene una textura que varía entre suave y uniforme a finamente granulada. Usualmente, la pulpa contiene muy pequeñas cantidades de fibras. Tiene un sabor dulce similar a la almendra que es único. Normalmente, el fruto contiene una semilla larga de forma elíptica pero puede tener hasta cuatro. La semilla tiene una superficie dura de color carmelita oscuro y brillosa pero en el lado ventral posee una zona más estrecha (hilo) de color carmelita claro. Las semillas se pueden rajar y germinar en los frutos muy maduros. El peso de los frutos oscila entre 0.3-2.7 kg.